Miles de propuestas no aminoran los casos de violencia en el país; sin embargo, urge una política integral por parte del Estado.
POR JAVIER MEDINA CHANGRA
El reciente asalto dentro de la vivienda del embajador del México, en el distrito de San Isidro, corrobora que nuestra ciudad capital es una de las más inseguras del mundo. Los robos, crímenes y cientos de hechos delictivos se han convertido en hechos cotidianos con el que nos estamos acostumbrando a vivir sin que existan soluciones inmediatas.
El domingo último, en pleno corazón de San Isidro, en la avenida Nicolás de Rivera, un grupo de delincuentes armados ingresaron a la residencia del embajador de México en Lima, Manuel Rodríguez Arriaga, y se apropiaron de cosas de valor.
Los policías que custodiaban la residencia se habían marchado. Fue entonces que los hampones escalaron una pared de más de tres metros de altura utilizando una escalera de madera y una gruesa soga. El diplomático descubrió el robo horas después, cuando los ladrones se habían llevado ya una computadora portátil, un juego de té fabricado con plata fina que guardaba en la vitrina del comedor y un portafolio de cuero que contenía documentación oficial. Por fortuna, Rodríguez Arriaga salió ileso.
Más hechos delictivos
Pero eso no es todo. El último lunes, el ex alcalde de Surquillo, Gustavo Sierra Ortiz, fue asaltado en la puerta de su vivienda por cuatro delincuentes que le apuntaron con sus armas. Le arrebataron sus pertenencias, documentación importante, dinero en efectivo, todo valorizado en más de seis mil soles. Las cámaras de seguridad, por fortuna, grabaron el hecho y la captura de los delincuentes sería cuestión de horas.
Un mes antes, el 23 de febrero, el fotógrafo del diario El Comercio, Luis Choy, fue asesinado en la puerta de su vivienda, en Pueblo Libre, a manos de un sicario extranjero, quien fue capturado días después confesando que recibió la suma de 20 mil soles por el hecho. Actualmente pugna condena en un penal de Lima. Ese es el valor de la vida en nuestro país.
Un mes antes, el 23 de febrero, el fotógrafo del diario El Comercio, Luis Choy, fue asesinado en la puerta de su vivienda, en Pueblo Libre, a manos de un sicario extranjero, quien fue capturado días después confesando que recibió la suma de 20 mil soles por el hecho. Actualmente pugna condena en un penal de Lima. Ese es el valor de la vida en nuestro país.
Asimismo, a principios de marzo, el día 11, tres hampones irrumpieron a tiros en la notaría Paíno, ubicado en la cuadra seis de la avenida Aramburú (Surquillo). En esa ocasión, el comerciante Félix Rómulo González realizaba una transacción y le dispararon a quemarropa para llevarse los S/. 280,000 que tenía en un maletín. Murió minutos después en la clínica Limatambo.
Políticas de Estado integral
Estos hechos delictivos ponen de manifiesto la violencia que vive Lima. Al respecto, el presidente del Consejo por la Paz, Francisco Diez Canseco, indicó que lo que el país necesita es una política Integral del Estado, que involucre a la Policía Nacional, el Poder Judicial, el Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) y el Ministerio de Educación, además de los municipios.
“En nuestro país existe la misma cantidad de efectivos policiales de hace 20 años, pero ahora existe el doble de habitantes. Por ello, urge de una reforma en esa institución, con mejores condiciones para ellos”, indicó.
Diez Canseco Távara agregó que se urge de una reforma carcelaria debido al hacinamiento en los penales; así como la recuperación de valores que debe ser dirigida por los maestros y padres de familia a los futuros ciudadanos. “Además, los municipios deben actuar con los serenos y juntas vecinales para enfrentar a la delincuencia común”, acotó.
El dato
El ex ministro del Interior Octavio Salazar propuso una dación de leyes con temas de urgencia, pues considera que el Estado perdió la brújula en su lucha contra la inseguridad.
Fuente: expreso.com.pe
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